Con el presente artículo concluyo con la que he denominado «la trilogía de la alegría»; me explico. El año 2020, un año que tristemente recordaremos por la pandemia de la Covid-19, tuvo, sin embargo, tres acontecimientos astronómicos que nos alegraron un poco la vida a los amantes de la astronomía, y de los cuales he escrito tres artículos, uno por cada uno de ellos.

En verano tuvimos la visita del cometa Neowise, el cual pudo verse a simple vista y del que hice el primer artículo de los tres: El cometa C/2020 F3 (NEOWISE); en octubre hubo la oposición de Marte, la cual fue muy favorable y realicé el segundo: Marte 2020 y su oposición, y en diciembre tuvimos la conjunción planetaria de los dos planetas gigantes gaseosos, Júpiter y Saturno, de la cual va este artículo, el tercero de esta trilogía de la alegría del 2020.

Digo conjunción planetaria porque no hay que confundir que un planeta (o la Luna) esté en conjunción, con conjunción planetaria. Aquélla se da cuando la Tierra, un planeta (o la Luna) y el Sol están alineados con la Tierra en uno de los extremos de la alineación (ver conjunción y oposición); una conjunción planetaria es cuando dos o más planetas o uno o más planetas y la Luna se encuentran cerca en el cielo. Pero esto son aproximaciones no reales que son fruto de la perspectiva terrestre.

Sin embargo, para no estar hablando en el presente artículo de la conjunción planetaria de Júpiter y Saturno, me referiré a ella como la conjunción de estos dos planetas.

Desde finales de la primavera de 2020, los dos planetas empezaron a dejarse ver por el horizonte sureste y, a medida que pasaban los meses, fueron desplazándose, primero hacia el sur, para acabar a finales de otoño y comienzos de invierno en el horizonte suroeste.

En la fotografía de la izquierda, realizada desde Querol el día 26 de julio de 2020 con una cámara Canon EOS 70D y un objetivo Canon 15-85, pueden verse los dos planetas en la constelación de Sagitario.

En Saturno 2020 y Júpiter 2020, hago también mención a esta aproximación de los dos planetas gaseosos.

Júpiter y Saturno fueron acercándose cada vez más entre ellos (no olvidemos que hablo siempre desde nuestra perspectiva terrestre), para culminar con una espectacular conjunción el día 21 de diciembre.

En la imagen siguiente, realizada también desde Querol con la misma cámara y objetivo, pero el día 21 de agosto de 2020 (un mes después que la anterior), puede observarse que se encuentran más cerca entre ellos.

¿Y por qué fue tan mediática esta conjunción, por qué se habló tanto de ella y por qué tantísima gente la fotografió? Pues porque no se producía una de similares características, no se veían tan cerca en el cielo, desde hacía 400 años, en concreto desde 1623, y no se producirá otra similar hasta el 2080.

En la conjunción del 21 de diciembre de 2020, los dos planetas estuvieron a una distancia angular de 0,1º, es decir, a 6 minutos de arco. Para que nos hagamos una idea. Mizar y Alcor, dos estrellas de la Osa Mayor que forman una doble óptica, se encuentran a una distancia angular de 11′ 48». Son dos estrellas que, a simple vista cuesta diferenciarlas y, ya desde la Antigüedad, han sido utilizadas como ejercicio visual para demostrar la agudeza visual. Como he comentado, el 21 de diciembre de 2020 Júpiter y Saturno estuvieron a una distancia entre ellos de 6 minutos de arco, ¡¡¡prácticamente a la mitad de la distancia que separa Mizar y Alcor!!! Muy, pero que muy cerquita.

Las dos imágenes siguientes, realizadas desde Cornellà de Llobregat el día 1 de agosto de 2020, con la misma cámara y objetivo que las anteriores, muestran, además de Júpiter y Saturno, la Luna en gibosa creciente. Saturno es el puntito de la izquierda y Júpiter más a la derecha y cercano a la Luna.

Pero en diciembre, los dos planetas ya estaban muy cerca entre sí, como muestran estas dos imágenes, realizadas también desde Cornellà con la misma cámara y objetivo, el día 12 de diciembre de 2020. Júpiter, más gordito, por debajo y a la derecha de Saturno.

La imagen siguiente es del mismo día que las dos anteriores y la hice con la misma cámara y objetivo, pero con su focal máxima (85 mm). Pueden apreciarse, muy diminutos y pegados a Júpiter, dos de los satélites galileanos.

Los demás puntitos que se ven son estrellas que, aunque Cornellà tenga un cielo muy urbano (Bortle entre 8 y 9), algunas estrellas se ven.

Tres días más tarde (15 de diciembre), volví a subir al terrado, pero esta vez me llevé también el objetivo Canon 70-300. Hice dos fotos, una con este objetivo (la de la izquierda, en concreto a 300 mm de focal) y la otra con el 18-85 (la de la derecha).

En la imagen de la izquierda, la hecha a 300 mm, sí se aprecian bien tres de los satélites galileanos.

Ya no subí al terrado hasta el día antes de la conjunción, esto es, hasta el día 20 de diciembre. Estuve mirando en el Stellarium que los dos planetas ya me entraban en el campo del refractor Long Perng ED80, por lo que, en este caso, subí con la réflex y los dos objetivos, así como con dicho telescopio y la cámara ZWO ASI 224 MC, para hacer alguna foto con el telescopio.

Primero le hice un par de fotos con la réflex, una con cada objetivo, que son las dos siguientes. La de la izquierda con el 15-85 y la de la derecha con el 70-300.

Vemos ya que los dos planetas estaban muy próximos entre si. En la de la derecha, además de los cuatro satélites galileanos de Júpiter, a la derecha de Saturno se ve otro puntito, Titán, el mayor satélite de este planeta.

En línea con Júpiter, en la imagen de la derecha, se observa un quinto puntito más, pero no es otro satélite, sino una estrella (SAO 188965). Todo esto está indicado en la imagen siguiente, que ya la hice con el telescopio y la ASI.

Al día siguiente, 21 de diciembre, día de la máxima aproximación, también subí al terrado con la réflex, aunque esta vez solo con el 15-85, y telescopio, pero en lugar del refractor, el Schmidt Cassegrain Celestron 203/2032, eso si, con el reductor de focal sino no me entraban los dos planetas.

Con la réflex y objetivo hice una única fotografía, la siguiente. En ella se puede ver la cercanía de los dos planetas. Hay que decir que, vistos a ojo, se veían como uno. La foto está hecha a 50 mm, que con el factor de Canon, equivale a 80 mm de distancia focal, lo cual hace que se vean separados.

Júpiter por debajo y Saturno por encima y un pelín a la derecha.

Tras esta fotografía, le puse la réflex al telescopio a foco primario y realicé la siguiente fotografía. He de decir que, el día de la conjunción, el seeing no era muy bueno y, a más aumento, más costaba enfocar.

Los dos puntitos que se ven juntos por encima de Júpiter son Io (izquierda) y Ganímedes (derecha). Por encima de ellos y hacia la izquierda se ve Calisto y por debajo de Júpiter y a la derecha, Europa.

Finalmente, le puse la ASI al telescopio y le hice esta última fotografía del año, tanto a la conjunción, como a los dos gigantes gaseosos.