Observar el cielo

Cuantas veces me han preguntado, «estoy empezando en esto de la astronomía (o tengo un hijo, un sobrino, un conocido, …), ¿qué telescopio me aconsejas?» Y mi respuesta siempre ha sido la misma: ninguno. A mi de niño me pasaba igual, cómo soñaba con tener un telescopio y poder ver esas maravillas que veía en las fotos de los libros. Menos mal que en aquella época estos instrumentos ópticos eran bastante caros y mis padres nunca me compraron ninguno; es posible que, si lo hubieran hecho, mi afición a la astronomía se hubiese acabado entonces. La de niños (y adultos) en los que la adquisición de un telescopio habrá acabado con esta apasionante afición y con el telescopio guardado en un armario, dado o vendido.

A continuación de la palabra ninguno, suelo añadir, cómprate unos prismáticos y dedícate primero a explorar y conocer el cielo con ellos y a simple vista. La de cosas que pueden verse con unos prismáticos: los cráteres de la Luna, los satélites galileanos de Júpiter, muchísimas estrellas que no se ven a simple vista, cúmulos estelares, alguna nebulosa y alguna galaxia. Con ellos aprenderás cómo es el cielo y dónde se sitúan muchos objetos, además de disfrutar de una visión que nunca puede ofrecerte la vista directamente, con un instrumento muy práctico, transportable, fácil de usar, pequeño, barato, …

También suelo añadir, intenta conocer gente que le guste la afición, infórmate sobre alguna agrupación de astronomía cerca de donde vives y apúntate. Ves a salidas con ellos, en ellas podrás mirar y aprender con tus prismáticos y mirar por telescopios. Si lo haces (el mirar por algún telescopio), empezarás a pensar, «ostras, las cosas no se ven como en las fotografías, ¿dónde están los brazos espirales de la galaxia del Triángulo? Únicamente veo el núcleo de la galaxia. ¿Y los vivos colores de la gran nebulosa de Orión? Tan solo se ve una nebulosidad en blanco y negro. ¿Y las estrellas, se supone que tiene muchísimas, del cúmulo globular de Pegaso? Solamente veo una mancha difusa. Pues vaya, esto no es lo que me esperaba».

Normalmente, si has seguido este segundo camino (que no miras por un telescopio por primera vez al principio de la afición, sino que tienes tus prismáticos y estás mirando con el telescopio de otro), a pesar de la decepción (o no), seguirás con la afición. No así si compras un telescopio sin más. En este caso, no te habrás asesorado y si lo has hecho, habrá sido el vendedor de la tienda quien lo ha hecho. Lo más probable es que vayas a un centro comercial, no a una tienda especializada y, en este caso, habrá que añadir que el telescopio no será muy bueno, con una mala óptica y con una mala montura que hará que no se vea casi nada por la mala óptica y lo poco que se vea se mueva tanto (por la mala montura) que, como ya he comentado, acabará con la afición y el telescopio arrinconado. Además, ¿qué vas a mirar?, aparte de los planetas y la Luna, si no sabes qué mirar ni dónde están los objetos, sueles mirar las estrellas, que vistas por telescopio, se ven prácticamente igual que a simple vista, puntitos.

Si sigues el segundo camino y vas mirando por telescopios, poco a poco empezarás a ver más cosas que al principio, empezarás a cogerle gusto a ver esas imágenes que, a pesar de no ser como en las fotografías, son impactantes, diferente de lo que ves cotidianamente. Además, aprenderás a conocer el cielo, a saber dónde están los objetos, al manejo de un telescopio y a darte cuenta de que hay de diferentes tipos y a saber cuál es el que realmente necesitas.

Es entonces cuando ya podremos hablar de qué telescopio habrías de adquirir, aunque para entonces, seguramente ya sabrás tu mismo cuál es. Pero entonces es muy posible que me digas que, además de para mirar, quieres también hacer fotografías y yo te diga, pues eso es otra historia que también habrás de ir desde el principio.

Se puede fotografiar el cielo con y sin telescopio. En ambos casos se trata de fotografía de larga exposición, lo cual hace que se ha de tener algo de idea de fotografía y tener una cámara que permita la larga exposición. Si no se acopla a un telescopio, se puede empezar desde el principio e ir probando y probando y en casa procesando y procesando. Pero si quieres acoplar la cámara al telescopio para hacer fotos de los planetas, la Luna o de los objetos de cielo profundo, eso ya es otro cantar. La técnica y la cámara para fotografiar planetas y cielo profundo no es igual. El material no es barato, empieza haciendo fotos sin telescopio y poco a poco ve aprendiendo y subiendo el nivel.

La astrofotografía también se va aprendiendo poco a poco. No solo es hacer la fotografía, luego viene todo el tema del procesado, que puede ser más complicado que la toma en si.

Bien, me ha salido una introducción muy larga que no quiero alargar más. Así que, una vez aclarado el tema, vamos a ver cómo y con qué observar el cielo, desde la observación a simple vista hasta con telescopio y sus diferentes tipos, así como la astrofotografía, desde la fotografía con una cámara sobre un trípode hasta la fotografía de planetas y objetos de cielo profundo acoplando una cámara a un telescopio.

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