Esta entrada la estoy escribiendo casi con un año de retraso, estamos en mayo de 2023 y las imágenes que aparecen son del verano de 2022. Pero el cielo de dicho verano en el hemisferio norte (en el hemisferio sur se corresponde con algunas constelaciones de invierno), es el mismo cielo que vamos a tener en este verano de 2023, 2024, 2025, … y, evidentemente, el que tuvimos en el de 2021, 2020, 2019, …
Todas las imágenes de esta entrada están realizadas desde Querol (Tarragona), a una latitud de 41º N, los días 24 de junio y 04, 15, 22 y 30 de julio de 2022 y son tomas únicas de 30 segundos a ISO 1250, con una cámara Canon EOS 70D y un objetivo Canon 15-85.
Por supuesto, la mayoría de las constelaciones que veremos en la presente entrada, están descritas en las constelaciones de verano, entrada dedicada al cielo de dicha estación en el hemisferio norte.
Empezaremos con una serie de fotos de dos asterismos que distinguen y caracterizan el cielo estival y que, además, son visibles desde cualquier cielo (incluso urbano), ya que están formados por estrellas muy brillantes.
Uno está formado por tres estrellas de tres constelaciones diferentes, el Triángulo de verano que, como su nombre indica, es un triángulo cuyos vértices son las estrellas más brillantes de tres constelaciones: Deneb del Cisne, Vega de la Lira y Altair del Águila. El otro, la Cruz del norte, está formado por cinco estrellas de una misma constelación, las cinco estrellas más brillantes de la constelación del Cisne: Deneb (α Cyg, alpha Cygni), Sadr (γ Cyg, gamma Cygni), ε Cyg (epsilon Cygni), δ Cyg (delta Cygni) y Albireo (β Cyg, beta Cygni).







Además de estas tres constelaciones (el Cisne, la Lira y el Águila), se pueden observar otras de la zona como el Delfín, el Caballito (Equuleus), la Zorrilla (Vulpecula) o la Flecha (Sagitta).
Si giramos un poco hacia el sur del Cisne, nos centramos en la constelación del Águila, como se observa en las siguientes imágenes.






En esta zona aparece la constelación del Escudo y empiezan a asomar la Serpiente, Ofiuco y Sagitario. También podemos ver que, por la zona inferior de las imágenes, asoman las constelaciones zodiacales de Acuario y Capricornio y la de otoño, Pegaso.
Si giramos un poquito más hacia el sur, llegamos a la zona que está en dirección del centro galáctico, es decir, nos centramos en las constelaciones del Escudo y Sagitario.




Se observa entera la Serpiente Cola (Serpens Cauda) y asoman Ofiuco, la Serpiente Cabeza (Serpens Caput) y el Escorpión.
Por encima del Escudo-Sagitario y girando un poco hacia el oeste, entramos en la zona de la enorme constelación de Ofiuco y de la Serpiente, una constelación dividida en dos trozos, la Serpiente Cola (Serpens Cauda) y la Serpiente Cabeza (Serpens Caput).


También se observa, hacia el oeste del Escorpión, la también constelación zodiacal de la Libra.
Si seguimos más hacia el oeste, entraríamos ya en las constelaciones de primavera de Virgo y Boyero, que en las imágenes asoman por la derecha. Por encima tenemos a la también constelación estival de Hércules.
En la imagen siguiente puede verse todo esto mejor, en la que también aparecen otras constelaciones de primavera, como la Corona Boreal, la Cabellera de Berenice (Coma Berenices) o los Perros de caza (Canes Venatici).

Si a partir del Cisne giramos hacia el otro lado, es decir, hacia el norte, nos vamos a la zona de las constelaciones circumpolares, primero Cefeo, Casiopea, la Osa Menor, la Jirafa y el Dragón.



Podemos observar como la Vía Láctea atraviesa el cielo desde Casiopea, pasando por Cefeo y dirigiéndose y atravesando el Cisne. También se observa la constelación de otoño del Lagarto.
Finalmente, si giramos más hacia el oeste de las anteriores, nos encontramos con la constelación circumpolar que nos quedaba, la Osa Mayor y si seguimos más hacia el oeste, con las constelaciones de primavera.

