El día 9 de febrero de 2019, la Luna estaba creciente en su quinto día con una iluminación del 22%. Tenía intención de fotografiar la bella nebulosa Roseta (NGC 2237), que lo hice más tarde, pero no pude resistirme a observar y fotografiar nuestro satélite. La Luna tiene un encanto, un algo especial que, por mucho que la mires, especialmente con un telescopio, o por mucho que la fotografíes, nunca te cansas, te hipnotiza. Además, así dejé pasar un tiempo para que estuviera más baja y no me deslumbrara tanto el cielo para poder hacer la Roseta.
De esta manera, con un telescopio refractor Long Perng ED80 y una cámara Canon EOS 70D, le hice esta fotografía a la Luna creciente de cinco días.

Seguidamente le puse al telescopio un ocular Hyperion de 13 mm para conseguir más aumentos. Pero claro, la Luna entera ya no salía. Así que, con la misma cámara, le hice tres fotos, una del norte, otra del centro y otra del sur, para más tarde hacer un mosaico con las tres. El resultado es la imagen siguiente, a la que le he puesto los nombres de los cráteres más importantes que se ven y de los mares.

