En la zona del cielo de la Vía Láctea hay muchas nebulosas, pero no todas son de formación estelar, sino que también nos encontramos algunas que están asociadas a estrellas muertas o moribundas. Este es el caso de la nebulosa del Velo, de la cual tratamos en este artículo.

La nebulosa del Velo es un remanente de supernova, es decir, es el material expulsado por una supernova. Es una fase tardía de una estrella enorme (en este caso unas 20 veces más masiva que el Sol), que explota violentamente al agotarse el material con el que realizar la fusión nuclear, esparciendo el material al espacio y formando este tipo de nebulosas.
Este material expulsado, que contiene todos los elementos de la tabla periódica, desde el hidrógeno hasta el uranio, servirá para crear nuevas estrellas, planetas y, porque no, vida; como decía Carl Sagan, somos polvo de estrellas.

La nebulosa del Velo es un objeto muy extenso (tiene un diámetro de unos 110 años luz), de manera que está dividida en tres zonas. Estas fotografías corresponden a dos de ellas, la zona este (NGC 6992) y la zona oeste (NGC 6960). Las dos fotos están hechas desde Querol, la de la zona este el 8 de julio de 2016 y la de la zona oeste el 30 de julio de 2016, ambas con un telescopio refractor Long Perng ED80 y una cámara Canon EOS 550D.
Las dos también están incluidas en el catálogo Caldwell, NGC 6992 como C33 y NGC 6960 como C34; esta última, que también está en el catálogo de Lynds (LBN 191), se conoce como la nebulosa de la escoba de bruja y la estrella brillante que parece estar en la nebulosa es 52 Cyg, pero no tiene nada que ver con NGC 6960; realmente no están cerca la estrella y la nebulosa.
La nebulosa del Velo se encuentra en el cielo en la constelación del Cisne, a unos 1500 años luz de distancia y se piensa que la explosión de supernova tuvo lugar hace entre 5000 y 8000 años. Este remanente de supernova fue descubierto por William Herschel en 1784.
NGC 6992 tiene una magnitud aparente de 7, un brillo superficial de 18,15 mag/min arco2 y un tamaño aparente de 3º 50′ x 2º 40′. NGC 6960 tiene una magnitud aparente de 7, un brillo superficial de 18,05 mag/min arco2 y un tamaño aparente de 3º 30′ x 2º 40′.

En la fotografía anterior, hecha desde Querol el 18 de noviembre de 2017 con una cámara Canon EOS 70D y un objetivo Canon 15-85, puede verse la ubicación de la nebulosa del Velo en el Cisne (coordenadas ⇒ NGC 6992, AR: 20h 56m 19s / Dec: +31º 44′ 35»; NGC 6960, AR: 20h 45m 38s / Dec: +30º 42′ 30»). La gran franja que recorre la fotografía desde el Cisne a Cassiopea, es la Vía Láctea.