Todos hemos observado que, excepto en luna llena, nuestro satélite nos presenta una parte de su cara visible iluminada por el Sol y la otra parte no se ve, está oscura, pues el Sol no la ilumina.
A partir de la luna nueva, momento en que la Luna no se ve, la porción iluminada se va haciendo cada día algo mayor y la oscura menor, hasta llegar a la luna llena, momento en que se nos presenta toda la cara visible iluminada por el Sol. A partir de aquí, la porción iluminada se va haciendo cada día menor y la oscura mayor, hasta llegar de nuevo a la luna nueva; esto es el ciclo lunar, que dura 29,53 días (mes lunar o sinódico) y que trae consigo las fases de la Luna.
Evidentemente, en la zona iluminada es de día y en la zona oscura de noche y, de esta manera, y como en la Tierra, hay una línea que marca esta división entre la zona iluminada y la zona oscura, una línea en la cual a un lado de ella es de día y al otro es de noche. Esta línea o frontera entre la noche y el día selenita, entre la claridad y la oscuridad de nuestro satélite, se conoce como terminador lunar o simplemente terminador.
Si observamos la Luna con un telescopio o con unos prismáticos en cualquier momento que no sea luna llena, podemos ver que, en la zona próxima al terminador, los cráteres, los mare, las montañas y, en general, todo el relieve lunar, es mucho más marcado que en zonas alejadas del mismo.
La imagen de la izquierda es un mosaico de cinco fotografías realizadas con un telescopio reflector Celestron 150/750 y una cámara Philips SPC900, desde Barcelona el día 24 de octubre de 2009. En ella podemos apreciar como el relieve cerca del terminador está mucho más marcado y, a medida que nos alejamos de él, cada vez se aprecia menos, es más plano.
Si la Luna está creciente, en la zona del terminador está amaneciendo y si está menguando, en la zona del terminador está anocheciendo. De esta manera, y como ocurre en la Tierra, en la zona del terminador los rayos del Sol caen con menos inclinación que en las zonas más alejadas del mismo (y al igual que en la Tierra, si estuviésemos allí, el Sol lo tendríamos en el horizonte), lo cual hace que las sombras sean más acentuadas y se resalten más los accidentes de la superficie lunar, la profundidad de sus cráteres y grietas, o la altura de las montañas y paredes de los cráteres.
Esto hace que si queremos observar con detalle el relieve lunar, hemos de observar esta zona del terminador, ya que en la zona alejada del mismo es casi inapreciable, como se observa en la imagen anterior.
Pero la Luna va girando alrededor de la Tierra, por lo que el terminador va cambiando de posición y cada día nos ofrece una zona distinta que el día anterior y que el siguiente.
Y hablando de esta imagen, fijémonos en los tres cráteres centrales cercanos al terminador y dispuestos uno encima del otro, Theophilus (arriba), Cyrillus (en medio) y Catharina (abajo).
En dicha imagen, estos tres cráteres se nos muestran con mucha nitidez y relieve. Pero fijémonos ahora en la imagen de la derecha, realizada desde Querol el día 17 de febrero de 2024, con un telescopio reflector Skywatcher 200/1000 y una cámara Canon EOS 70D.
Ese día, la Luna estaba gibosa creciente de 8 días, tres días más que la anterior imagen en que la Luna estaba creciente de 5 días.
En esta segunda imagen se puede ver que los cráteres Theophilus, Cyrillus y Catharina ya no están en el terminador, sinó más a la derecha, donde los rayos del Sol caen más perpendiculares y casi no hay sombras, haciéndolos visiblemente planos y casi inapreciables.
Ahora en el terminador destacan otros cráteres, como los tres centrales los cuales están dispuestos también de manera vertical, Ptolemaeus (arriba), Alphonsus (en medio) y Arzachel (abajo).
Si avanzamos en el ciclo lunar, estos tres cráteres cada vez se apreciarán menos e iremos viendo nuevos aspectos del relieve lunar en el terminador. Las dos siguientes imágenes, realizadas también desde Querol y con la misma cámara y telescopio, corresponden a una luna gibosa creciente de 9 días (la de la izquierda, 24 de septiembre de 2023) y a una luna gibosa creciente de 10 días (la de la derecha, 14 de septiembre de 2024).


En ninguna de las dos se aprecian ya los cráteres Theophilus, Cyrillus y Catharina y en cuanto a Ptolemaeus, Alphonsus y Arzachel, en la de 9 días ya no destacan tanto y en la de 10 días son casi inapreciables.
Pero ahora, en el terminador apreciamos otros cráteres y accidentes; en la de 9 días están espectaculares los tres cráteres más emblemáticos de la Luna, Plato en el norte, Copernicus en el centro y Tycho en el sur.
En la luna de 10 días, estos tres cráteres siguen apareciendo con bastante detalle, pero ya algo menos; además se empiezan a apreciar los sistemas de rayos de Copernicus y Tycho; ahora, y entre otros, en el terminador vemos los cráteres Kepler y Aristarchus.
En luna llena no hay terminador, los rayos del Sol caen perpendiculares sobre la cara visible y no hay sombras, por lo que no se aprecia el relieve lunar, la imagen parece plana, sin contraste, no siendo el mejor momento para observar con un instrumento óptico nuestro satélite.
La imagen de la izquierda la realicé desde Cornellà de Llobregat el día 31 de octubre de 2020, con un telescopio Schmidt Cassegrain Celestron 203/2032 y una cámara Canon EOS 70D.
A pesar de estar espléndida en esta fase, se observa que no hay detalles del relieve lunar. Podemos observar algunos cráteres, como Plato, Copernicus, Tycho Kepler o Aristarchus, pero se ven planos, sin profundidad ni altura de sus paredes.
También observamos que los dos tríos de cráteres que se veían tan bien en las lunas de 5 y 8 días, no se aprecian en luna llena.
Para acabar, una imagen del terminador de la luna creciente de 6 días. Es un mosaico de unas fotografías que realicé desde Cornellà de Llobregat el día 9 de mayo de 2011, con un telescopio Schmidt Cassegrain Celestron 203/2032 y una cámara Philips SPC900.


Podemos ver que los cráteres cercanos al terminador, como Maurolicus o Aristoteles y Eudoxus, se observan con mayor detalle que cráteres más alejados, como el trío Theophilus, Cyrillus y Catharina que, aunque se aprecian relativamente bien, no es como en la imagen que abre la entrada en la que la Luna es de un día menos y estos cráteres están en la zona cercana al terminador.


