Situada en el cielo en la constelación invernal de Géminis (en el hemisferio norte, en el sur sería estival) y a unos 1500 años luz de distancia de nosotros, se encuentra una preciosa y gran, aunque débil nebulosa planetaria, la cual está catalogada como Sh2-274, e incluida también en el catálogo de Abell como Abell 21, y es conocida como la nebulosa Medusa.

La imagen siguiente, realizada desde Querol el día 20 de abril de 2024, con un telescopio reflector Skywatcher 200/1000 y una cámara ZWO ASI 2600 MC Pro, es de esta nebulosa planetaria.

Antes de seguir con esta fascinante nebulosa planetaria, y ya que ha salido la denominación Abell, he de decir que existen dos catálogos Abell que no hay que confundir. Ambos los elaboró el astrónomo estadounidense George O. Abell, siendo uno de nebulosas planetarias, el Catálogo Abell de Nebulosas Planetarias y el otro de cúmulos de galaxias, el Catálogo Abell de Cúmulos de Galaxias. El primero lo publicó en 1966, e incluyó en el mismo 86 nebulosas planetarias; el segundo lo publicó en 1958 y, en principio, contenía 2712 cúmulos galácticos visibles desde el hemisferio norte, que más tarde, en 1989, se amplió con 1361, hasta un total de 4073 cúmulos de galaxias. Evidentemente, Abell 21 pertenece al catálogo de nebulosas planetarias.

El día que hice esta fotografía, la Luna estaba gibosa creciente con un 86% de luminosidad, la cual puede verse en la entrada Luna 20/04/2024 y 15/06/2024. Pero a pesar de esta potente iluminación selenita, y como comento en la mencionada entrada, me atreví a hacer fotografía de cielo profundo. Sobre todo quería probar un nuevo «juguete», un buscador de la Polar electrónico (Polemaster), que me permite alinear la montura a la Polar de manera exacta, rápida y sin necesidad de hacer «contorsionismo» mirando por el introscopio. Primero estuve con la nebulosa y, cuando acabé, me puse con la Luna.

Sh2-274 no es una nebulosa de emisión de una región HII, sino que es, como he comentado, una nebulosa planetaria, es decir, una fase tardía de una estrella pequeña-mediana (como el Sol) que, tras la fase de gigante roja, las capas externas de ésta son expulsadas al espacio formando estas nebulosas (ver La vida de las estrellas).

En el centro de la nebulosa queda el resto de la estrella, una vieja, pequeña y densa enana blanca, la cual sigue irradiando energía y es la que ioniza el gas de la nebulosa planetaria, haciendo que ésta brille, emita luz; de esta manera, una nebulosa planetaria es, como las de las regiones HII, una nebulosa de emisión (las regiones HII brillan por la ionización del gas debido a la radiación de las jóvenes y energéticas estrellas que se forman a partir de la propia nebulosa).

La enana blanca de la nebulosa Medusa está catalogada como WD0726+133 y, en la imagen anterior, está por la zona de la derecha de la nebulosa. De todas maneras, en dicha imagen es casi inapreciable, por eso he hecho el siguiente recorte de la misma, donde WD0726+133 ya se aprecia como una estrella débil azulada en la parte derecha.

Se le conoce como nebulosa Medusa debido a que tiene unos filamentos serpentinos de gas ionizado (en este recorte se aprecian mejor), que recuerdan a las serpientes de la cabeza de la gorgona Medusa, de la antigua mitología griega. Pero no se ha de confundir con otra nebulosa, también conocida como nebulosa Medusa, que se encuentra en el cielo en la misma constelación y que está catalogada como IC 443; en este caso es un remanente de supernova, es decir, también una fase tardía de una estrella, pero mucho mayor y masiva, en la cual, tras la fase de supergigante roja, los materiales son expulsados al espacio de una forma mucho más violenta, en una mega explosión (supernova). Además, IC 443 recibe el nombre de medusa porque recuerda al animal marino, no al ser mitológico.

Sh2-274 la descubrió George O. Abell en 1955, que la clasificó como una nebulosa planetaria antigua y por ello la incluyó, en 1966, en su catálogo de nebulosas planetarias con el número 21. De todas maneras, se pensaba que era un remanente de supernova y no fue hasta 1971, en que un equipo de astrónomos soviéticos dirigido por TA Lozinskaya, del Instituto Astronómico Sternberg de Moscú, realizó una serie de estudios y observaciones que concluían que Sh2-274 no era un remanente de supernova, sino una nebulosa planetaria.

En el mismo campo de la imagen sin recortar, hay un cúmulo abierto de estrellas, NGC 2395 (catalogado también como Cr 144). En la imagen se sitúa en la zona superior derecha. NGC 2395 se encuentra a poco menos de 1700 años luz de distancia de nosotros y es un cúmulo de pocas estrellas, con un diámetro aparente de 12′, una magnitud aparente de 8 y un brillo superficial de 13,1 mag/min arco², por lo que puede observarse con telescopios pequeños.

La siguiente imagen, que es la que abre la entrada (sin recortar), he indicado el cúmulo abierto NGC 2395.

También en el mismo campo, y por toda la imagen, aunque con más densidad en la zona inferior, hay unas cuantas galaxias, pero están tan lejos y se ven tan pequeñas, que en la imagen se confunden con estrellas.

Sh2-274 es un tanto rara, dentro de las nebulosas planetarias, debido a su aspecto asimétrico, como de media luna; no presenta una forma simétrica como las famosas NGC 7293 (la nebulosa de la Hélice),  M57 (la nebulosa del Anillo) o M27 (la nebulosa Dumbbell entre otras. De hecho, es bastante parecida, en aspecto, a la también nebulosa planetaria Sh2-188, situada en el cielo en la constelación de Casiopea.

Sh2-274 tiene una magnitud aparente de 15,99, un brillo superficial de 19,9 mag/min arco² y un diámetro aparente de 10 minutos de arco, siendo su diámetro real de unos 4 años luz por lo que, a pesar de ser una nebulosa planetaria grande, es bastante débil y difícil de observar con telescopios de aficionado.

En la siguiente imagen, realizada desde Brunyola el día 13 de abril de 2013, con una cámara Canon EOS 30D y un objetivo Sigma 17-70, he indicado la ubicación en el cielo de la nebulosa Medusa (coordenadas ⇒ AR: 7h 29m 0,4s / Dec: +13° 14′ 44″), en la constelación de Géminis, casi en el límite con el Can Mayor.

En la imagen se observa también el cúmulo del Pesebre (M44), un precioso cúmulo abierto situado en el cielo en la constelación de Cáncer, que es visible a simple vista (como una mancha borrosa y difusa) en cielos oscuros.