Las Perseidas

Las Perseidas es, probablemente, la lluvia de meteoros (más conocida como lluvia de estrellas) más popular, famosa y fotografiada. Y ello es porque hay muchas (entre 50 y 100 en una hora, con una media de unas 60 por hora) y se dan en el verano del hemisferio norte, cuando las noches son agradables y los cielos suelen estar bastante despejados. Sin embargo no son tan brillantes y espectaculares como otras lluvias de estrellas menos conocidas.

Perseida

En la fotografía de la izquierda, realizada desde Querol el día 3 de agosto de 2019 con una cámara Canon EOS 70D y un objetivo Canon 15-85 se observa una Perseida.

Esta fotografía es una de las 70 tomas que hice dicho día para «cazar» alguna Perseida. Con esta serie de fotos hice una de trazas circumpolares de la que hablo en la entrada Circumpolares, Querol 03/08/2019.

En dicha entrada, al final de la misma, hay un time lapse de estas tomas donde se puede ver el paso de esta Perseida.

Se denominan Perseidas porque el radiante (zona del cielo de la que parece que salgan), está en la constelación de Perseo, pero como todas las lluvias de estrellas, los meteoros no tienen que ver nada con la constelación radiante.

El origen de esta lluvia de estrellas está en el cometa Swift-Tuttle, oficialmente 109P/Swift-Tuttle, un cometa de 24 km de diámetro y con un período de 133 años, que fue descubierto en julio de 1862 por los astrónomos estadounidenses Lewis Swift y Horace Pamell Tuttle y que la última vez que nos visitó fue en 1992.

Cuando el cometa pasa por las cercanías del Sol, se desprenden numerosos fragmentos (polvo) del tamaño, en su mayoría, de granos de arena. Cuando la tierra pasa por la órbita del cometa, estas partículas de polvo se calientan al impactar con la atmósfera a 210000 km/h, desintegrándose a una altura de entre 80 y 100 km, brillando y produciendo estas trazas conocidas como estrellas fugaces (meteoros); pero de estrellas, nada.

La Tierra pasa por la órbita del cometa Swift-Tuttle entre finales de julio y mediados de agosto, por lo que es en estas fechas cuando podemos observar las Perseidas, siendo su máximo entre el 11 y el 13 de agosto; por eso se conocen también como Lágrimas de San Lorenzo. Lorenzo de Roma fue un diácono mártir que murió quemado en una parrilla el 10 de agosto de 258. Fue canonizado más tarde, celebrándose su onomástica precisamente el día de su martirio, el 10 de agosto. En la Europa cristiana de la Edad Media, las Perseidas aparecían precisamente en los días anteriores y posteriores al día de San Lorenzo, y en el mismo día, y las asociaron a las lágrimas que derramó el santo en su martirio. Pero al igual que de estrellas nada, evidentemente de lágrimas tampoco.

Las cuatro imágenes siguientes, forman parte de una serie de 100 imágenes que hice desde Querol el día 13 de agosto de 2021, también con una cámara Canon EOS 70D y un objetivo Canon 15-85, y en ellas podemos ver una Perseida en cada una de las cuatro.

Mientras montaba la cámara vi pasar cuatro Perseidas bastante espectaculares. Las 100 tomas, junto con sus intervalos, suman una hora, durante la cual aparecieron estas cuatro y, mientras desmontaba, vi dos más, por lo que fue una noche positiva con estos meteoros (otros años lo he intentado y ni una o una, como la del 2019).

Con las 100 tomas hice también una de circumpolares, que puede verse en la entrada Circumpolares, Querol 13 de agosto de 2021, en la que también hay un time lapse de esta hora y en el que se puede ver el paso de estas cuatro Perseidas.

Acerca de José Luis Martínez Martínez

Profesor de matemáticas de ESO y Bachillerato
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4 respuestas a Las Perseidas

  1. Muy interesante y completa esta entrada y muy bien referenciada. Eso que se llamen lágrimas de San Lorenzo solo puede ser cosa de humanos… mira que una cosa tan bonita querer compararla metafóricamente con algo triste como lágrimas y encima parece que se festeje una situación que debiera ser repudiada. Somos una especie muy curiosa los terrestes (y no solo porque tengamos curiosidad).
    Saludos!

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    • Muchas gracias Dani por tus comentarios. Sí, solo los humanos tenemos raciocinio, equivocado como en este caso, o no; somos la única especie con esta capacidad. Pero también nos hemos de meter en la piel de la gente de la época oscura medieval, con aquel fanatismo religioso que les hacía vivir con miedo, y morir con miedo. Cualquier cosa extraña no la investigaban y la aribuían a causas divinas. ¿Cómo iban a entender que era polvo de un cometa que entraba en la atmósfera y se calentaba haciéndolo brillar? Mal agüero para ellos, caen del cielo en la onomástica de San Lorenzo, pues sus lágrimas, qué sinó.
      Un saludo

      Le gusta a 1 persona

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