El sábado 11 de enero de 2020, la Luna estaba gibosa menguante, con una edad de 16 días (un día después de llena) y con un 99% de iluminación. Este hecho, el que estuviera prácticamente en fase de Luna llena, hacía que no fuera el mejor momento para su observación y fotografía, pero quería probar una cámara de nueva adquisición para astrofotografía planetaria, una ZWO ASI 224 MC, así que aproveché que me encontraba en Querol para montar el telescopio y fotografiar la Luna.
Antes de probar dicha cámara quería hacerle una foto a la Luna entera con el telescopio y la réflex, pero como me ha ocurrido en más de una ocasión, me olvidé algo en casa, es que tengo una cabeza.
En concreto me dejé una pieza que sirve para poder acoplar el cuerpo de la réflex en el telescopio, el llamado adaptador T, con lo que no pude hacer la foto de la Luna entera con el telescopio.
De todas maneras, como tenía el teleobjetivo (Canon 70-300), lo puse en la réflex (Canon EOS 70D) y le hice la foto anterior.
Al estar prácticamente llena, la iluminación es tan intensa que los cráteres son prácticamente inapreciables. No obstante, los tres representativos de la Luna, Plato en el norte, Copernicus en el centro y Tycho en el sur, se ven incluso en Luna llena; en estos dos últimos podemos observar perfectamente sus sistemas de rayos, los cuales son visibles precisamente cuando la Luna está llena o casi llena.
Otro cráter con sistema de rayos es Kepler, un poco a la izquierda de Tycho, el cual también puede verse. Otros cráteres que podemos ver, a pesar del enorme brillo de la Luna, son el enigmático Aristarchus y el oscuro Grimaldi, ambos en la zona oriental de nuestro satélite.
En la zona occidental, en el terminador son observables los cráteres Langrenus y Petavius y, lo que siempre podemos ver cuando la Luna está llena o casi llena, son todos sus mares.
En la imagen anterior, que es la misma que la primera, he puesto los nombres de los cráteres citados, así como de los mares principales.
Una vez realizada esta fotografía, monté el telescopio (el reflector Skywatcher 200/1000) y me dispuse a hacer fotos del terminador con la ASI 224 MC. En concreto hice tres, una del norte, otra del centro y otra del sur. Esta primera es la de la zona norte del terminador.


Destaca en esta zona el Mare Crisium. Como el resto de los mares de la Luna, se trata de un enorme cráter cuyo fondo se inundó de lava fluida. No es circular, como nos parece al mirarlo desde la Tierra, sino más bien ovalado, midiendo unos 570 km de norte a sur y unos 620 km de este a oeste. El Mare Crisium está rodeado de los restos de la pared del antiguo cráter, de 3000 metros de altura. Además, después de la inundación de lava, cayeron algunos meteoritos que formaron cráteres, como Picard y Peirce.
Al norte del Mare Crisium destaca el cráter Cleomedes, formado casi a la par que aquél. Es un cráter de 126 km de ancho y 3000 metros de profundidad, con algunos pequeños cráteres en su interior y una pequeña montaña en su centro. Al norte de Cleomedes destaca un trío de cráteres, Burckhardt, Geminis y Messala de 55 km, 85 km y 125 km de diámetro respectivamente.


La fotografía anterior, la segunda que realicé, corresponde a la zona centro del terminador. En ella nos encontramos con el Mare Fecunditatis, que tiene una extensión de unos 600 km x 500 km y cuya cuenca se solapa con la del Mare Tranquilitatis y el Mare Nectaris. Al este del Mare Fecunditatis nos encontramos con el cráter más destacado de esta zona de la Luna y uno de los más bonitos cráteres lunares; se trata de Langrenus, un precioso cráter de unos 130 km de diámetro y con una muralla interna en forma de terraza de unos 2600 metros de altura. En el centro de Langrenus se encuentran dos picos de unos 1000 metros de altura.
Por debajo de Langrenus nos encontramos otro cráter interesante, Vendelinus, más antiguo que aquél, de unos 150 km de diámetro y con una muralla de unos 1000 metros de altura. Vendelinus está bastante deteriorado debido a impactos más recientes, como el que formó el pequeño cráter Lohse, al norte de Vendelinus, y de unos 50 km de diámetro.
La siguiente fotografía es la tercera y última que realicé y corresponde a la zona sur del terminador de la Luna con 16 días.


Sin lugar a dudas, en esta zona del terminador, el cráter que más destaca es Petavius, tan interesante como Langrenus y el cual se ve con más detalle en la foto de la zona centro. Situado en el sur del Mare Fecunditatis, Petavius es un cráter de 177 km de anchura y con una pared interna de 3300 metros de altura. En su centro hay un macizo montañoso con cinco picos, de los cuales, el más alto, tiene 1700 metros. Al noroeste de Petavius nos encontramos un pequeño cráter de 57 km de diámetro y 2300 metros de profundidad, es el cráter Wrottesley.
Por debajo de Petavius hay dos cráteres más pequeños pero interesantes, son Stevinus y Snellius, de unos 80 km de diámetro. El suelo de Stevinus es llano y con una montaña central, mientras que el de Snellius es más accidentado.
Finalmente, otro cráter interesante de esta zona es Furnerius, más al sur que los dos anteriores. Se trata de un cráter de 125 km de diámetro que se encuentra bastante deteriorado, debido a diversos impactos posteriores a su formación que formaron una serie de pequeños cráteres.
La siguiente imagen es un mosaico de las tres anteriores, donde podemos observar todo lo comentado en este artículo.
