Las constelaciones de la eclíptica son aquellas constelaciones por las que pasa la eclíptica. Como se comenta en la entrada La esfera celeste, la eclíptica es la trayectoria aparente del Sol en la esfera celeste, o también podemos decir que es la intersección del plano de la eclíptica sobre dicha esfera (ver también El movimiento aparente del Sol y Los movimientos aparentes de los objetos del cielo).

De esta manera, tenemos que la eclíptica es una circunferencia máxima sobre la esfera celeste que forma un ángulo de 23,5º con el ecuador celeste, es decir, la inclinación del eje de rotación de la Tierra.

Como por toda la superficie de la esfera celeste están distribuidas las 88 constelaciones, la eclíptica pasa por 13 de ellas, que son las llamadas constelaciones de la eclíptica.

Y, como la eclíptica es la trayectoria aparente del Sol en la esfera celeste, nuestra estrella va pasando por cada una de estas constelaciones a lo largo del año que dura el período de traslación de la Tierra alrededor del Sol.

Estas 13 constelaciones de la eclíptica son: Leo, Virgo, Libra, Escorpión, Ofiuco, Sagitario, Capricornio, Acuario, Piscis, Aries, Tauro, Géminis y Cáncer, las cuales están representadas en la figura siguiente.

En la siguiente figura, realizada a partir de Stellarium, puede verse como la eclíptica pasa por estas trece constelaciones.

Aunque la eclíptica no pasa exactamente por Aries (por su asterismo), esta constelación ocupa precisamente el lugar que hay entre Tauro y Piscis, además de que está muy cerca de la eclíptica. Por otro lado, si consideramos los límites de las constelaciones que delimitó en 1927 la Unión Astronómica Internacional (UAI o IAU en inglés), entonces sí que la eclíptica atraviesa Aries, como puede verse en la siguiente figura, que es la misma que la anterior, pero con los límites de las constelaciones de la eclíptica.

Como he comentado, al ser la eclíptica la trayectoria del Sol en la esfera celeste, nuestra estrella va pasando por todas y cada una de las constelaciones de la eclíptica a lo largo de un año. Evidentemente, si el Sol está sobre una constelación de la eclíptica, por la noche veremos la constelación de la eclíptica diametralmente opuesta. En la figura siguiente podemos ver como el Sol, al seguir la eclíptica en su recorrido anual en la esfera celeste, pasa sobre las 13 constelaciones eclípticas. Además, cuando el Sol está sobre, por ejemplo Géminis, la constelación diametralmente opuesta es Sagitario, la cual la podremos observar por la noche.

Así, si por la noche vemos una constelación de la eclíptica estival, el Sol estará sobre una constelación invernal, y al revés. Y lo mismo para la primavera y el otoño.

En la figura he puesto las constelaciones con su centro en la eclíptica; aunque no sea así, es más ilustrativo. Además, quien está en el centro de la esfera celeste es el Sol, no la Tierra. Pero como la esfera celeste es enormemente mayor que la órbita de la Tierra, es prácticamente lo mismo poner el centro en la Tierra o en el Sol.

El Zodiaco (Zodíaco, son válidas las dos maneras, con y sin acento), es una banda o cinturón de la esfera celeste, con centro en la eclíptica y 16º de ancho; es decir, es una banda limitada entre los paralelos de latitud celeste (los círculos menores paralelos a la eclíptica, ver coordenadas eclípticas) +8º y -8º.

Evidentemente, las 13 constelaciones de la eclíptica están en dicha banda, pero también nos encontramos en ella las órbitas de la Luna, los planetas y otros cuerpos del Sistema Solar.

En la figura siguiente, que es la misma que la segunda y tercera, he indicado también los paralelos de latitud celeste +8º y -8º, es decir, la banda del Zodiaco.

He resaltado las constelaciones de la zona; si nos fijamos, hay más constelaciones en las que sus límites entran en la banda del zodiaco (Escudo, Serpiente, en concreto Serpiente Cola, Cuervo, Cráter, Hydra, Pegaso, Sextante, Can Menor, Orión, Auriga y Ballena). Esto hace que algunos consideren 24 las constelaciones de la eclíptica. Pero, además de que entran muy poco en dicha banda, el Sol únicamente pasa por las 13 mencionadas, solamente los planetas y la Luna van pasando también por las otras. De esta manera, podemos considerar que las constelaciones de la eclíptica son 13.

Durante unos días, el Sol se proyecta o pasa por una de las 13 constelaciones de la eclíptica. A medida que pasan los días, el Sol irá moviéndose por la eclíptica en sentido contrario al movimiento de traslación terrestre. Esto es como lo que nos pasa cuando vamos en un vehículo, que vemos pasar los objetos del paisaje en sentido contrario a nuestro movimiento. Nos da la sensación de que nosotros estamos quietos y el paisaje se mueve hacia atrás; es un movimiento aparente, igual que el del Sol en la esfera celeste, pues es la Tierra quien se mueve alrededor del Sol.

Si seguimos con la comparativa anterior, los objetos lejanos parece que se muevan más lentamente que los objetos cercanos. Esto mismo ocurre en la esfera celeste. Las estrellas están tan enormemente lejos que parece que no se muevan, pero sí que podemos apreciar el movimiento del Sol en la esfera celeste, ya que está muchísimo más cerca.

El Sol, en este desplazamiento aparente a través de la eclíptica sobre la esfera celeste, irá moviéndose en sentido contrario al movimiento de traslación de la Tierra, pasando por sobre cada una de las 13 constelaciones de la eclíptica, de manera que, si un día está sobre Géminis, al cabo de unos días pasará sobre Cáncer, luego sobre Leo, Virgo, Libra, Escorpión, …, hasta volver de nuevo a Géminis al cabo de un año. En la figura siguiente he ilustrado este movimiento.

Cuando la Tierra está en la posición de su órbita 1, el Sol está sobre Tauro; al cabo de unos días la Tierra llega a la posición 2 y el Sol estará sobre Géminis; días más tarde, cuando la Tierra se encuentre en la posición 3, el Sol estará sobre Cáncer y así sucesivamente hasta recorrer las 13 constelaciones en un año.

Si no consideramos a Ofiuco, las otras doce constelaciones son conocidas por todos, ya que son las constelaciones del zodiaco, las cuales tienen su «correspondencia» con los signos del zodiaco. Pero ya que hablamos de esto (signos del zodiaco, horóscopo), vamos a dejar unas cuantas cosas claras para que nadie vaya pensando en cosas sin base ni fundamento.

La palabra zodiaco viene del griego, y de éste del latín, que significa «círculo o rueda de animales», ya que la mayoría de constelaciones zodiacales representan animales. Y aunque fueron los griegos los que establecieron las bases de la astrología occidental, empezó antes, en la antigua Babilonia.

Los antiguos babilonios ya se dieron cuenta que el Sol describía una circunferencia en el cielo y que, aproximadamente durante un mes, el Sol pasaba por 13 constelaciones que se iban repitiendo cada cierto tiempo (un año). Si dividían dicha circunferencia (eclíptica) en 12 segmentos iguales de 30º (30º · 12 = 360º) y los hacían coincidir con el inicio y el final del paso del Sol para cada una de estas constelaciones, obtenían un año de doce meses (como el lunar) de 30 días.

Pero resulta que el Sol pasaba por trece y no doce constelaciones a lo largo de la eclíptica. De esta manera eliminaron, o mejor dicho, no incluyeron a Ofiuco y problema solucionado. A estos doce segmentos de la eclíptica les asociaron unos signos que se correspondían con los nombres de las doce constelaciones de la eclíptica por las que el Sol pasaba en toda su longitud. Dichas constelaciones, que son las constelaciones del zodiaco, son las que todos conocemos y, además, son las mismas que las eclípticas pero sin Ofiuco.

Todo esto llegó a los antiguos griegos, los cuales tradujeron los nombres de los signos y las constelaciones y fundamentaron la astrología occidental. A todo esto contribuyó, en buena medida, la creencia errónea del modelo geocéntrico que permaneció durante siglos y que nos daba un protagonismo centralista del Universo.

Pero la astrología, y el horóscopo en concreto, no tiene ni pies ni cabeza. Según el horóscopo, los nacidos en una fecha se ven influenciados por las estrellas de la constelación del zodiaco sobre la que el Sol está en esos días. Bien, vamos a ver unos cuantos aspectos que hacen que esto no se sostenga.

¿Influencia? Las estrellas de las constelaciones del zodiaco están a decenas y centenas de años luz de distancia de nosotros, ¿qué influencia nos puede dar, gravitatoria? Como decía Carl Sagan, cuando uno nace, el médico que nos asiste en el parto ejerce muchísima más influencia gravitatoria que cualquier estrella, incluida el Sol, que está a 150 millones de kilómetros de distancia.

Además, las estrellas de una misma constelación, no solo están muy lejos de nosotros, sino que entre ellas también, no tiene relación, no forman un grupo de estrellas cercanas entre ellas; las vemos en un mismo campo debido a nuestra perspectiva terrestre (ver Las constelaciones no son lo que parecen).

Por otro lado, ni ocupan exactamente 30º de la eclíptica ni el Sol tarda 30 días en atravesarlas; hay constelaciones del zodiaco con segmentos más largos y, por tanto, el Sol tarda más días en atravesarlas, (la que tarda más es Virgo, 45 días) y otras con segmentos más cortos y, por tanto, el Sol tarda menos días en atravesarlas (la que tarda menos es Escorpión, 7 días).

También está el tema de Ofiuco, el Sol pasa por esta constelación de la eclíptica entre el 30 de noviembre y el 17 de diciembre; según la astrología, los nacidos en esas fechas, en concreto entre el 21 de noviembre y el 21 de diciembre, son Sagitario, pero el Sol no está sobre dicha constelación ¿?

Y ya para acabar, lo que para mí es lo que echa más por los suelos todo el tema del horóscopo y la astrología. Hace más de 2000 años, en la época de los antiguos babilonios y griegos, el Sol iba pasando por las constelaciones del zodiaco más o menos en las fechas que indicaron. Pero debido a la precesión de los equinoccios, el cielo ha cambiado en todo este tiempo, las estrellas en conjunto se han movido, de manera que hoy día el Sol pasa, aproximadamente, por una constelación del zodiaco antes para unas mismas fechas.

En la figura siguiente, realizada también a partir de Stellarium, he puesto la situación del Sol para un mismo día (2 de julio, mi cumpleaños) en el año -500 y en el 2024.

Como vemos, si yo hubiera nacido hace 2500 años, me correspondería el signo de Cáncer, ya que el Sol es donde estaba ese día. Pero debido a la precesión de los equinoccios, el cielo se ha movido y resulta que el día 2 de julio el Sol ya no está actualmente sobre Cáncer, sino sobre la constelación anterior, Géminis. Sin embargo, según el horóscopo, los que nacimos entre el 20 de junio y el 22 de julio somos cáncer. De esta manera, ¿qué soy, cáncer o géminis? ¿Cómo puede ejercerme influencia Cáncer si la constelación sobre la que estaba el Sol cuando nací era Géminis?

De todas maneras, las constelaciones del zodiaco tuvieron una gran importancia en la antigüedad para marcar las estaciones y otros períodos anuales y hoy y día, astronómicamente también son válidas; sirven entre otras cosas para orientarnos y saber por dónde pueden estar los planetas y otros cuerpos del Sistema Solar. Además, forman parte de las 88 zonas en las que está dividida la esfera celeste.

Y ya para acabar, una serie de imágenes, realizadas todas con una cámara Canon EOS 70D y un objetivo Canon 15-85, de las 13 constelaciones de la eclíptica. Menos la de Libra, que la hice desde Sant Llorenç de la Muga, el resto las hice desde Querol.