El sábado 24 de febrero de 2018 la Luna estaba en su octavo día y, por tanto, en fase de gibosa creciente, un día después del cuarto creciente y con una iluminación del 61%.
En la fotografía de la izquierda, hecha desde Querol con un telescopio reflector Skywatcher 200/1000 y una cámara Canon EOS 70D, puede verse la Luna en esta fase del día 24/02/2018.
La noche era fría y húmeda, pero clara, y la Luna estaba impresionante, apta para su visualización y fotografía. Eso sí, como siempre que hay Luna (y a más avanzada peor), la noche no era apta para cielo profundo y me dediqué únicamente a nuestro satélite.
En el terminador, es decir, en la frontera entre el día y la noche de la Luna, es donde se ve mejor la geología selenita, ya que es la zona donde el contraste es más acentuado. En esta zona destacaban los majestuosos cráteres: Plato al norte, Copernicus al centro y Clavius y Tycho al sur. Las tres fotografías siguientes están hechas la misma noche desde Querol, con un telescopio reflector Skywatcher 200/1000, una cámara Canon EOS 70D y un objetivo Hyperion de 13 mm y muestran estas tres zonas del terminador.



La siguiente imagen es un mosaico de las tres fotografías anteriores, donde está indicada la principal geología de esta zona.

Finalmente estas dos fotos de la Luna gibosa creciente, pero de día, hechas el día siguiente (25 de febrero de 2018) también desde Querol con una cámara Canon EOS 70D y un objetivo Canon 15-85 (la primera) y un objetivo Canon 70-300 (la segunda).

