Los satélites de Neptuno

Como los demás planetas gigantes (Júpiter, Saturno, Urano), Neptuno tiene varios satélites naturales, aunque es el que tiene menos de los cuatro. En concreto, Neptuno tiene 16 lunas conocidas, pero como ocurre en los otros tres gigantes, probablemente tenga más.

Antes de que la Voyager 2 sobrevolara Neptuno en 1989, solamente se conocían dos lunas de este planeta, Tritón y Nereida; el resto se descubrieron a finales del siglo pasado y en lo que llevamos del presente.

Tritón, el satélite de Neptuno más grande, fue descubierto en 1846 por el fabricante de cerveza y astrónomo aficionado británico William Lassell, unos pocos días después de que se confirmase la existencia de Neptuno.

En 1949, un siglo después, el astrónomo estadounidense Gerard P. Kuiper (el mismo que predijo el cinturón de Kuiper en 1951), descubrió la segunda luna, Nereida.

En 1981, los astrónomos estadounidenses Harold J. Reitsema, William B. Hubbard, Larry A. Lebofsky y David J. Tholen, observaron por primera vez, con telescopios terrestres, Larisa, pero no fue hasta que la Voyager 2 sobrevoló Neptuno en 1989, en que su descubrimiento se hizo oficial. Esta sonda, también en 1989, descubrió cinco lunas más de Neptuno: Náyade, Talasa, Despina, Galatea y Proteo, con lo que ya iban ocho satélites descubiertos.

En el montaje siguiente, realizado a partir de unas imágenes de la NASA tomadas por la Voyager 2 en 1989, menos la de la Luna, que es mía, se puede ver la proporción de tamaño entre las cuatro lunas más grandes de Neptuno y la Luna.

Comparación de tamaño entre los satélites mayores de Neptuno y la Luna. Créditos de los satélites de Neptuno: NASA

Entre 2001 y 2003, mediante observaciones de diversos observatorios terrestres, se descubrieron cinco lunas más: Halimede, Sao, Psámate, Laomedeia y Neso, aumentando el número a trece.

En 2013, el astrónomo estadounidense Mark R. Showalter, examinando unas imágenes tomadas por el telescopio espacial Hubble entre 2004 y 2009, descubrió el catorceavo satélite de Neptuno, Hipocampo.

En 2002, Matthew J. Holman y su equipo descubrieron la quinceava luna de Neptuno y se le puso el nombre provisional de C02N4; pero ese mismo año se le perdió la pista. Pasaron 19 años, esto es, en 2021, cuando Scott S. Sheppard y su equipo redescubrieron este cuerpo. Desde ese año hasta 2023, lo estuvieron observando y siguiendo, para poder determinar su órbita y que no se volviera a perder. Finalmente, este cuerpo fue vinculado al descubierto en 2002 y, en 2024, se hizo oficial el descubrimiento de este satélite de Neptuno, al que se le cambió el nombre y se le puso otro provisional, S/2002 N 5.

La decimosexta luna de Neptuno fue observada por primera vez en 2021 por Scott S. Sheppard y su equipo. La estuvieron observando y siguiendo desde entonces hasta 2023 y, en 2024, junto con S/2002 N 5, se hizo oficial su descubrimiento, poniéndole el nombre provisional de S/2021 N 1.

Estas son las 16 lunas de Neptuno conocidas hasta la actualidad, pero como he comentado, su número puede aumentar.

Excepto Tritón, que tiene un diámetro de 2700 km, los otros quince satélites son pequeños, cinco de ellos tienen unos diámetros entre los 150 km y los 400 km y los demás tienen unos diámetros menores a los 80 km.

Como los satélites naturales de los otros tres planetas gigantes, los de Neptuno se dividen en dos grandes grupos, satélites regulares e irregulares.

  • Satélites regulares. Son los siete más próximos a Neptuno, los cuales están asociados a sus anillos. En orden de distancia a Neptuno, de menor a mayor, son: Náyade, Talasa, Despina, Galatea, Larisa, Hipocampo y Proteo. Sus distancias a Neptuno van desde los 48227 km de Náyade a los 117647 km de Proteo.
  • Satélites irregulares. Son los nueve restantes y más alejados del planeta, los cuales están a unas distancias de Neptuno que van desde los 354760 km de Tritón a los 50 millones km de S/2021 N 1.

En cuanto a los nombres de los satélites de Neptuno, provienen de la mitología grecorromana. Como Neptuno (Poseidón para los griegos), era el dios del mar, los satélites recibieron nombres de dioses, dioses menores, ninfas o nereidas relacionados con el mar.

La tabla siguiente contiene las características principales de los seis satélites de Neptuno más grandes e importantes (los demás tienen unos diámetros inferiores a 80 km). Están ordenados en orden creciente en distancia al planeta (radio orbital).

Veamos algunas características de estos seis satélites naturales de Neptuno.

Despina

Despina. Créditos: NASA/Calvin J. Hamilton, Public domain, via Wikimedia Commons.

Despina es la tercera luna más cercana a Neptuno y la sexta en tamaño del total de los satélites del planeta.

La imagen de la izquierda fue tomada en 1989 por la Voyager 2.

Tiene forma irregular, girando alrededor de Neptuno en una órbita cercana a su plano ecuatorial y en el mismo sentido que la rotación del planeta, tardando ocho horas en completar una vuelta.

Gira en espiral de manera lenta hacia Neptuno, por lo que probablemente, o bien será absorbido por el planeta o bien formará un nuevo anillo planetario.

Se encuentra dentro del sistema de anillos de Neptuno y en su superficie no se aprecia ningún tipo de alteración geológica.

Probablemente se formó a partir de la reagrupación de fragmentos de los satélites originales de Neptuno, destrozados cuando Tritón fue capturado por el planeta.

Galatea

Galatea. Créditos: Voyager 2, Dominio público, via Wikimedia Commons

Galatea es la cuarta luna más cercana a Neptuno y la quinta en tamaño del total de los satélites del planeta.

La imagen de la derecha fue tomada en 1989 por la Voyager 2.

Como Despina, Galatea es también una pequeña luna de forma irregular, que gira alrededor de Neptuno en una órbita cercana a su plano ecuatorial y en el mismo sentido que la rotación del planeta, pero tardando 10 horas y 18 minutos en completar una vuelta.

Como ocurre también con Despina, gira en espiral de manera lenta hacia Neptuno, por lo que probablemente, o bien será absorbido por el planeta o bien formará un nuevo anillo planetario.

Y, como también en Despina, en su superficie no se aprecia ningún tipo de alteración geológica. Además, probablemente también se formó a partir de la reagrupación de fragmentos de los satélites originales de Neptuno, destrozados cuando Tritón fue capturado por el planeta.

Larisa

Larisa. Créditos:NASA/JPL/Space Science Institute, Public domain, via Wikimedia Commons

Larisa es la quinta luna más cercana a Neptuno y la cuarta en tamaño del total de los satélites del planeta.

La imagen de la izquierda fue tomada en 1989 por la Voyager 2.

Como Despina y Galatea, Larisa es una pequeña luna irregular de Neptuno que se encuentra cerca del débil sistema de anillos del planeta.

Tarda 13 horas y 20 minutos en completar una vuelta alrededor de Neptuno en una órbita muy inestable que lo va acercando cada vez más al planeta, por lo que, como también ocurre en Despina y Galatea, probablemente, o bien será absorbido por el planeta o bien formará un nuevo anillo planetario.

La superficie de este pequeño e irregular (en forma) satélite natural de Neptuno, está repleta de cráteres, pero no tiene señales de actividad geológica.

Proteo

Proteo. Créditos: NASA, Public domain, via Wikimedia Commons

Proteo es la séptima luna en distancia a Neptuno (es el último satélite regular) y la segunda más grande del total de los satélites del planeta, por detrás de Tritón.

Si hubiera tenido un poco más de masa, podría haber tomado forma esférica.

La imagen de la derecha fue tomada en 1989 por la Voyager 2.

También tiene forma irregular y la superficie repleta de cráteres, pero sin signos de modificación geológica (como Larisa).

Proteo es uno de los cuerpos más oscuros del Sistema Solar (solo refleja el 6% de la luz que le llega).

Proteo gira alrededor de Neptuno en la misma dirección que éste, en una órbita cercana al plano ecuatorial del planeta, tardando casi 27 horas en completar una vuelta.

Tritón

Tritón. Créditos: NASA/JPL, CC BY 4.0 creativecommons.org/licenses/by/4.0, via Wikimedia Commons

Tritón es la octava luna en distancia a Neptuno (es el primer satélite irregular) y la más grande de todos los satélites del planeta; además con diferencia. Con sus 2707 km de diámetro (algo más pequeño que la Luna), es el séptimo satélite natural más grande del Sistema Solar.

La imagen de la izquierda, tomada por la Voyager 2 en 1989, muestra la zona del polo sur de Tritón.

Su superficie apenas tiene cráteres de impacto, pero las imágenes de la Voyager 2 muestran rayas oscuras que parece ser que están producidas por géiseres de nitrógeno líquido.

Tritón tiene una particularidad única y es que es el único satélite natural grande del Sistema Solar que tiene una órbita retrógrada, es decir, en sentido opuesto al de la rotación del planeta, tardando casi seis días terrestres en completar una vuelta a Neptuno.

La corteza de Tritón está formada prácticamente de nitrógeno congelado, con un núcleo interno que por lo visto está formado por roca y metal. Posee una tenue atmósfera que prácticamente es de nitrógeno y algo de metano, y que muy probablemente se haya formado por la actividad volcánica de Tritón. Esta actividad volcánica y la existencia de los géiseres, hacen de Tritón uno de los pocos satélites del Sistema Solar con actividad geológica.

Tritón es uno de los cuerpos más fríos del Sistema Solar ya que, su superficie helada, refleja el 70% de la luz recibida del Sol, alcanzando unas temperaturas de -235ºC.

Debido a su órbita retrógrada y a su composición, se cree que Tritón era un cuerpo del cinturón de Kuiper que fue capturado por la gravedad de Neptuno. De hecho, tiene bastantes similitudes con el cuerpo mejor conocido de dicho cinturón, Plutón.

Nereida

Nereida. Créditos: NASA / Calvin J. Hamilton, Public domain, via Wikimedia Commons

Nereida es la novena luna en distancia a Neptuno y la tercera más grande de todos los satélites del planeta.

La imagen de la derecha, como todas las demás, fue tomada en 1989 por la Voyager 2.

Nereida está ya bastante alejado de Neptuno; la distancia media del satélite al planeta es de cinco millones y medio de kilómetros, pero tiene una órbita muy excéntrica (de las más excéntricas de las órbitas lunares del Sistema Solar), de manera que las diferencias entre el periastro (punto de la órbita en que la distancia es mínima) y el apoastro (punto de la órbita en que la distancia es máxima) es muy notable: en el periastro la distancia entre Nereida y Neptuno es de 1.353.600 km y en el apoastro de 9.623.700 km, tardando 360 días terrestres en completar una vuelta.

Esta órbita tan excéntrica hace pensar que, Nereida, es un asteroide o un objeto capturado del cinturón de Kuiper, o bien un satélite interior de Neptuno cuya órbita se perturbó cuando Neptuno capturó a Tritón.

Para acabar, una imagen tomada por el telescopio espacial Hubble en 2005. En ella se observa Neptuno en sus colores naturales y cuatro de sus lunas: Proteo, la más brillante en la zona superior, Larisa, abajo a la derecha y, en línea hacia arriba y hacia la izquierda, Despina y Galatea.

Neptuno y lunas. Créditos: NASA , ESA , E. Karkoschka (Universidad de Arizona) y HB Hammel (Instituto de Ciencias Espaciales, Boulder, Colorado)
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About José Luis Martínez Martínez

Profesor de matemáticas de ESO y Bachillerato
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2 Responses to Los satélites de Neptuno

  1. Avatar de lyrq2005 lyrq2005 dice:

    Me gusta mucho este astro, interesante información, gracias por compartir.

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